En construcción como
la vida misma
20 MITOS Y REALIDADES DEL FRACKING Equipo de Trabajo: Pablo Bertinat, Eduardo D´Elia, Observatorio Petrolero Sur, Roberto Ochandio, Maristella Svampa y Enrique Viale
Las advertencias sobre los riesgos e incertidumbres causados
por la dinámica industrial y la opción por un crecimiento
económico exponen- cial e ilimitado, durante décadas
desestimadas en nuestro paÃs, actual- mente ocupan
un lugar en la agenda de amplios movimientos sociales y polÃticos.
AsÃ, aquellos megaproyectos que antes eran aceptados sin discusión
por la población, hoy comienzan a convertirse en motivos de
problematización y de intensos debates sociales. Los daños
sistemáticos en el ecosistema –en algunos casos irreversibles,
que afectan y amena- zan cada vez más el desarrollo y la
reproducción de la vida, han volcado el tablero. Los debates
y decisiones que antes estaban reservados exclusivamente
a los técnicos y las burocracias especializadas de las metrópolis hoy son disputados por la participación ciudadana, que en más de una opor- tunidad crece desde pueblos y parajes olvidados de la extensa geografÃa del paÃs.
Asà ha sucedido con la megaminerÃa a cielo abierto en nuestro paÃs, alrededor de la cual, desde 2003, se han venido desarrollando fuer- tes resistencias y cuestionamientos.
Asimismo, comienza a avizorarse con respecto al modelo sojero, sobre todo relacionado a sus impactos socio-sanitarios, al desplazamiento y criminalización de poblaciones campesinas e indÃgenas, al avance del desmonte y la tendencia al mo- nocultivo. La extracción de los hidrocarburos no convencionales, con la meto- dologÃa de la fracturación hidráulica o fracking se inserta en este registro controversial, aún asà posee rasgos propios que le dan un carácter más amplio y complejo.
Los cuestionamientos cientÃficos, las resistencias y los graves conflictos que está suscitando la imposición del fracking en diversas regiones del planeta, más aún, el horizonte civilizatorio que implica la consolidación de una determinada matriz energética, hacen necesaria la producción y divulgación de información plural, interdisci- plinaria y crÃtica sobre el tema, asà como la apertura de un debate verda- deramente democrático en nuestra sociedad. Desde nuestra perspectiva, tres son los ejes esenciales en dicho deba- te colectivo.
Uno, el eje que sostiene la necesidad de construir un enfo- que integral y multidisciplinario; dos, el eje que defiende la pluralidad del saber cientÃfico y su independencia respecto de los diferentes pode- res (económico, polÃtico, mediático, religioso); tres, el eje que conecta la discusión con la cuestión de la democracia y sus fronteras, esto es, que construye un abordaje complejo e interdisciplinario, en convergencia con una visión participativa de la democracia.
AsÃ, el primer eje está vinculado a la multidisciplinariedad. Dada la complejidad del tema, asà como el carácter controversial ya evocado, el debate sobre el fracking exige desarrollar un enfoque integral y multi- disciplinario, que dé cuenta de las múltiples dimensiones que atravie- san la problemática, desde las más generales (la cuestión geopolÃtica, la cuestión de la matriz energética, la normativa especial que ésta gene- ra, el rol de las empresas nacionales y las trasnacionales), pasando por aquellas estrictamente técnicas (si el fracking es una técnica segura o no; qué implicaciones puede tener en su carácter de técnica experimental, el impacto ambiental sobre el agua, sobre el territorio, sobre la salud de las personas y animales, sobre el cambio climático), hasta aquellas más polÃticas y sociales (qué sucede con las economÃas regionales; qué con- figuraciones urbanas y sociales aparecen asociadas a esta matriz, porqué se niega la participación de las poblaciones afectadas, qué cuestiones involucra la criminalización de las luchas, entre otros)